El Cabello en la Tercera Edad

¿Estás al tanto de lo que le ocurre al cabello en la vejez? Descubre qué características tiene y cómo debes cuidarlo. Obtén un cabello saludable con los siguientes consejos capilares.

El cabello es un escaparate de nuestro estado de salud. Tengas la edad que tengas, este es un hecho innegable, y pese a que el paso de los años, naturalmente, hace mella en nuestra salud capilar, lucir un pelo fuerte en la vejez resulta sencillo si se siguen ciertos cuidados.

Muchas personas consiguen tener un cabello en la tercera edad digno de admirar. La disposición genética hace lo suyo y es un factor clave a la hora de pasar por alto preocupaciones de este tipo. Sin embargo, se tenga o no genes que nos favorezcan en algunos aspectos, lo importante siempre será cuidar de nuestra salud y prevenir daños en todo ámbito corporal.

El cuidado del cabello no queda exento y, si no se le da la importancia que amerita, se obtiene como resultado un cabello quebradizo y sin fortaleza.

Causas de la caída del cabello en la tercera edad

Con el paso del tiempo, el folículo piloso, la estructura bajo la piel donde se forma el cabello, tiende a perder fortaleza tras un proceso de desequilibrio hormonal. Es en ese momento cuando se dan las primeras señales de alarma y la caída del cabello en la tercera edad se acentúa.

Este proceso en la caída del cabello se conoce como alopecia y sus causas pueden ser diversas. A continuación las más comunes:

Genética

Como se ha mencionado anteriormente, la genética juega un rol importante en la predisposición de nuestro cabello a la caída. En este caso, lo mejor es cuidar el cabello con tratamientos adecuados y exponerlo cuanto menos a efectos colaterales que puedan favorecer su caída.

Sobreexposición a productos químicos

A lo largo de la juventud y la madurez, muchas personas, sobre todo las mujeres, abusan de tratamientos químicos que a la larga terminan dañando el cuero cabelludo y por tanto, se agiliza el proceso de alopecia llegando a la tercera edad.

Tratamientos médicos

La farmacología muchas veces propicia los síntomas de alopecia. Puede deberse a tratamientos antidepresivos, anticancerígenos, anticonvulsivos entre otros. Se aconseja consultar al médico en caso que se tenga dudas al respecto.

La reducción del nivel de estrógenos y progesterona son uno de los motivos por los cuales el cabello comienza a caerse. En las mujeres suele coincidir con la menopausia, período en donde se produce una alteración del nivel de las hormonas.

Como ya es sabido, los cambios en el cabello en la vejez son una muestra de lo que es esta etapa. El pelo pierde su color natural para volverse canoso y blanquecino, la raíz se vuelve más débil y el cabello cae. Los cambios que se producen en el pelo durante la vejez en la mayoría de los casos son un síntoma natural, pero ello no significa que no quede nada por hacer y debamos resignarnos.

Para muchos adultos mayores, tener un buen pelo no es solo cuestión de imagen, también es síntoma de buena salud. Cuidar del cabello es una inversión de tiempo que a la larga solo traerá satisfacciones.

En este momento muchas personas, para evitar este desarreglo, acuden a tintes de colores. Aunque no es recomendable la utilización de productos químicos a cierta edad, es una alternativa válida para aquellas que quisieran un resultado extravagante.

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Cuidados del cabello en la tercera edad

En primer lugar, hemos de tener presente que, ante casos de alopecia o calvicie presente en el cabello en la tercera edad, lo mejor es ponerse en manos de un especialista.

Las últimas técnicas de implantología dan buenos resultados y son muchas las personas que han recuperado frondosidad y volumen capilar. Pero es evidente que los cuidados han de empezar mucho antes, solo así conseguiremos fortalecer las raíces, tener un cabello vistoso y lucirlo saludable.

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Mantener una dieta equilibrada

No se trata de una medida que es solo efectiva con el cabello, sino con la salud en general. Una dieta rica en vitamina B6 y ácido fólico presente en los granos, arroces, legumbres y pescados, ayuda a nutrir en profundidad y dotar de fortaleza a los folículos pilosos. Una adecuada alimentación es siempre una garantía de un cabello sano.

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Utilizar productos adecuados

Primero que todo se debe ser selectivo a la hora de elegir un producto para nuestro pelo. Un producto inadecuado puede provocar sequedad en el cuero cabelludo, picores, eccemas o enrojecimientos. Dejarse aconsejar por nuestro farmacéutico es lo más recomendado en primera instancia. Existe una gama muy variada de productos de lavado y acondicionamiento a precio asequible y que permite disfrutar de un pelo bonito.

Sanearlo y cortarlo

El pelo necesita sus cortes de manera periódica para darle un aspecto correcto y dotarlo de uniformidad. Se puede disfrutar de un corte formidable, pero si no es el correcto o está descuidado nos estaremos echando más años encima. Un estilo de cabello corto muchas veces resulta ser el más adecuado tanto en hombre como en mujeres adultos mayores, además permite cuidarlo con mucha más facilidad.

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No abusar de tratamientos

En las peluquerías pueden realizarse multitud de técnicas para nutrir el cabello. Sin embargo, no todas son amigables con el pelo. Tintes agresivos o permanentes muy continuados no hacen más que debilitar la raíz, llegando a provocar caídas. Se aconseja optar por técnicas menos agresivas y peinados más naturales.

Consumir vitaminas

En las farmacias podemos encontrar muchos tratamientos vitamínicos embotellados que ayudan a mantener fuerte el cabello. La vitamina E, el aceite de pescado o la biotina son solo algunos de ellos. Por otro lado, el uso de productos humectantes ayuda a nutrir el cuero cabelludo, otorga elasticidad y, por tanto, da un aire renovado.

Limitar el uso del secador

El calor excesivo daña la raíz, vuelve el cabello más quebradizo y, por lo tanto, con tendencia a romperse. Siempre será mejor utilizar el secador en corriente natural o a temperatura ambiente. La utilización de una toalla suave para secar el pelo, en lo posible de algodón, es la mejor manera de cuidar el cabello en la tercera edad.

Fijadores y lacas: cuanto menos, mejor

De igual manera, cuantos menos químicos apliquemos sobre el cabello, mucho mejor para nuestra salud capilar. Los fijadores y otros productos afines se deben utilizar con cautela, ya que su abuso podría arruinar el cabello a niveles irrecuperables. Siempre han de retirarse al final del día con un muy buen lavado y cepillado. Aunque se deba pagar un poco más, siempre será mejor valorar aquellos más respetuosos con el cabello.

Tomar los cambios como algo natural

No tratar de rebelarse contra lo inevitable. La pérdida de las propiedades capilares son producto de cambios naturales donde el cabello se vuelve más débil, cambia de color y comienza a caerse. Si un adulto mayor consigue mentalizarse sobre ello y tomarlo con naturalidad, los efectos negativos que podría esto podría acarrear a nivel personal serán mucho menores.

No olvides que dar al cabello los cuidados necesarios no solo es cuestión de estética, sino también de salud.

Conservar el pelo en buen estado es un proceso que comienza mucho antes de que aparezcan los primeros signos de envejecimiento. Se trata de una inversión a largo plazo y para toda la vida. Así, una vez llegados estos cambios a nuestra vida, estaremos preparados de la mejor manera.

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