La merma en la condición física de un adulto mayor supone un inconveniente a la hora de realizar algunas actividades. Se aumenta además el riesgo de accidentes en el hogar, por ello es necesario saber cómo adaptar la casa de un adulto mayor. En este artículo damos unas pautas para que esto ocurra.
Las personas, al cumplir años, vamos perdiendo facultades físicas. Cuando una persona de la tercera edad vive sola, hay que evitar que se produzcan accidentes, pues a estas edades resultan muy peligrosos.
Reducir el riesgo supone aumentar la seguridad en el hogar, pero no cabe duda que la realización de algunos cambios en el hogar de la persona adulta mayor es la principal manera de evitar el riesgo. Cabe recordar que los accidentes domésticos son más comunes en la tercera edad.
Algunos de ellos pueden presentar complicaciones posteriores difíciles de curar. Una rotura ósea es un gran impedimento a estas edades y si la persona que la sufre se encuentra sola en su domicilio, peor.
Adaptaciones importantes para la casa en la vejez
Adaptar una vivienda en estos casos supone un trabajo previo de análisis. ¿Qué elementos de riesgo hay? ¿Cómo puedo eliminarlos sin perder funcionalidad? ¿Qué alternativas existen? Este ejercicio de análisis nace siempre de la propia vivencia en el domicilio.
Por ejemplo, podemos darnos cuenta de que el suelo del baño resbala como siempre, pero que ya no somos tan ágiles. O también, que a veces se nos pueden olvidar alimentos en el fuego. Vamos a realizar un recorrido por las habitaciones del hogar para detectar posibles peligros.
Aumentar la seguridad en el cuarto de baño
El baño es uno de los lugares de la casa donde ocurren gran parte de los accidentes domésticos. El agua se presenta como un elemento de riesgo siempre, pero no se puede prescindir de él.
Los cambios a realizar estarán dirigidos a disminuir el riesgo de caída en el baño.
- Cambiar la bañera por una ducha. Evita que tengamos que levantar la pierna para entrar, se consume menos agua y se facilita la limpieza. Hay modelos con la superficie antideslizante, en caso de que no sea así, utilizar una alfombrilla siempre que se use la ducha.
- Instalar asideros para entrar y salir de la ducha con seguridad. Es posible encontrarlos en cualquier ferretería y la instalación es sencilla.
- Para tomar la ducha con mayor comodidad, existen asientos que son aptos para ser usados bajo el agua. Reducen el riesgo de resbalones.
- Instalar un asiento en el baño. Evita tener que realizar algunas actividades sentados en la tapa del inodoro, que no son muy estables.
- Botón de emergencia, de ser necesario, es importante contar con esta herramienta de seguridad en el baño.
Aumentar la seguridad en la cocina
La cocina es, junto con el baño, otro de los lugares donde ocurren más accidentes domésticos. Si en el primero estaba presente el agua, en la cocina puede haber fuego, gas y objetos calientes.
- Sustituir la estufa de gas por una eléctrica. Sin mucho más seguras, fáciles de limpiar y su consumo no resulta elevado. Evita el riesgo de quemaduras y permite desplazar las ollas y sartenes por su superficie sin tener que levantarlos. Igualmente, cuentan con temporizador. Usarlo siempre en cocciones elevadas, para evitar el riesgo de quemar alimentos.
- Colocar los utensilios en cajones accesibles. Si es necesario, variar la altura de los muebles para que, a la hora de coger una olla o sartén, no haya que ponerse de puntillas.
- Tener a mano un pequeño extintor y tener la campana extractora de humos en buenas condiciones.
- Instalar ruedas en algunos muebles para dotarles de movilidad y desplazarlos con mayor comodidad.
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Aumentar la seguridad en los dormitorios
En las habitaciones se pasan muchas horas, por lo que no conviene descuidar su seguridad. Para ello realizaremos los siguientes cambios:
- Instalar teléfono o tener el móvil siempre en la mesita de noche. Es el lugar ideal además para el intercomunicador de los servicios de teleasistencia, en caso de disponer de uno.
- Bajar la altura de la cama. Esta no puede suponer un obstáculo a la hora de subirse ni bajarse, ya que se aumenta el riesgo de caída. Si es necesario, instalar alguna barrera a la hora de dormir, sobre todo si se hace solo o sola.
- Disminuir la dureza del cajón para no tener que realizar demasiado esfuerzo al abrirlo. Sustituir los muebles por otros más cómodos y cuyos cajones deslicen con facilidad.
Aumentar la seguridad en el pasillo
- Evitar la colocación de alfombras, y en caso de ser algo inevitable, cuidar que no queden levantados los bordes.
- No dejar objetos ni adornos en el suelo, son un riesgo de caídas.
- Si hay alguna escalera en la casa, comprobar el estado de la barandilla e instalar interruptores al inicio de la subida y en el piso superior junto a ella.
Aumentar la seguridad en toda la casa
- A cierta edad hay que sacrificar la estética del domicilio por la seguridad. Ese mueble tan buen y que nos da un buen servicio, es mejor que se reubique en un lugar de menos uso y se sustituya por algo fácil de usar.
- Los suelos deben ser antideslizantes, mucho cuidado si tenemos costumbre de realizar labores de abrillantado en el hogar. Cuidar que las alfombras no se levanten.
- Si recibimos la visita de los nietos en casa, han de dejar todo recogido antes de irse. Un cochecito en el suelo puede ser el desencadenante de un accidente.
- Llevar el teléfono móvil siempre encima si estamos en casa. En caso de no disponer de uno, sustituir el teléfono fijo por uno inalámbrico.
- Instalar protectores en las esquinas de los muebles, de manera que suavicen los picos y los hagan más redondeados.
- Evitar el uso de productos de limpieza agresivos, como lejía, amoniaco o salfumán. Existen otras alternativas mucho más seguras e igual de higiénicas.
La seguridad en el hogar no es una cuestión menor, debe partir siempre de una adecuada valoración de riesgos, para que aquellos que están presentes sean eliminados lo antes posible.