Cómo Combatir la Desnutrición en Ancianos

¿Quieres combatir la desnutrición en un adulto mayor? Aquí te damos consejos clave para que mejores la alimentación y la salud de los ancianos.

La desnutrición es un problema más habitual de lo que pensamos en adultos mayores con graves consecuencias para la salud. En este artículo te diremos las maneras de evitarla.

En el mundo existen distintos países que carecen de la posibilidad de llevar a cabo una alimentación adecuada. Los grupos más vulnerables a la desnutrición son niños y ancianos. Las carencias nutricionales pueden llegar a ser muy graves, por ello, es importante a toda costa evitar la desnutrición en la tercera edad.

Causas de la desnutrición

Las causas de la desnutrición son variadas, pero podemos mencionar las principales:

  • Bajos ingresos: Se sabe que comer bien no tiene que ser necesariamente caro, de hecho, es más barato que comer mal, pero hay personas que carecen de pensiones y cuyos ingresos no le permiten llevar a cabo una alimentación ideal.
  • Inapetencia por medicamentos: Los ancianos suelen recibir una medicación de manera crónica que, en algunos casos, les lleva a no querer comer como debieran.
  • Desidia: Con tal de no querer cocinar, algunos adultos mayores comen lo primero que encuentran, esto recae en una alimentación inadecuada y con carencias.
  • Alcoholismo: En el caso de dependencia del alcohol, la alimentación pasa a un segundo plano.
  • Falta de contacto social: Muchas personas mayores pasan mucho tiempo solas, lo que los lleva a perder el interés social de la comida.
  • Dietas inapetentes: La restricción de azúcar, sal o grasas hace que algunos adultos mayores no coman lo suficiente por haber perdido palatabilidad, la comida ha dejado de atraer sus paladares.
  • Procesos depresivos: La depresión puede producir inapetencia crónica, por lo que la ingesta de alimentos se reduce al máximo.

Cómo detectar síntomas de desnutrición

La desnutrición en edad avanzada es, por tanto, un problema de primer orden que debe ser resuelto, para ello se debe contar con la colaboración de la familia. Detectar los síntomas de la desnutrición es una tarea que ha de tomarse en serio. Algunos de los factores que indican que puede existir desnutrición en personas mayores son:

  • Vigila su despensa y refrigerador. Si la persona mayor vive sola, es conveniente repasar lo que se encuentra en su despensa, qué alimentos compra, si los adquiere por sí mismo o si lo hace otra persona.
  • Revisar la ropa. Si le queda holgada o ha perdido peso últimamente.
  • Síntomas físicos. La desnutrición puede provocar problemas en la dentadura como el deterioro o caída de muelas o dientes. Una mala alimentación conlleva un cuerpo menos resistente, por lo que aumenta la frecuencia de caídas.
  • Evita actos sociales. El anciano que no se alimenta correctamente pierde incluso el interés por comer, y rechaza acudir a eventos familiares. Comer pasa por ser una obligación, no lo encuentra divertido.

Detectar la desnutrición es tarea de los familiares y amigos que rodean a una persona mayor, por lo que, ante cualquier señal de alarma habrán de tomarse las medidas correctoras oportunas.

Los consejos para prevenir la desnutrición tienen como objetivo reducir los casos de mala alimentación y hacer que la comida vuelva a tener interés. No es cuestión solo de alimentarse, sino de disfrutar.

Importancia de una buena alimentación

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Una alimentación adecuada, tratándose de adultos mayores, evita la aparición de carencias nutricionales que pueden dar lugar a enfermedades o a sensación de cansancio y agotamiento. Comer bien, no confundirlo con comer mucho, ayuda a tener un cuerpo resistente, menos propenso a sufrir achaques y a hacerlo fuerte ante la llegada de la gripe o los resfriados estacionales, por poner un ejemplo.

Alimentarse es un acto que tiene mucho de social, la comida crea lazos entre amigos y familiares, alegra el ánimo. El efecto de una buena comida con personas queridas es quizá el mejor antidepresivo natural. Brindar estas oportunidades es proporcionar salud.

Cómo combatir la desnutrición en ancianos

Existen múltiples maneras por las cuales la alimentación puede pasar de ser algo molesto a ser un aliciente.

  • Experimentar con nuevos sabores. Las dietas restringidas en sal dan inapetencia, sin embargo, se puede sustituir por miles de especias. Así, el paladar encuentra nuevos sabores. Aderezar algunos alimentos con zumo de limón es otra manera de darles un sabor innovador.
  • Involucrarlo en la preparación. Si el problema es la falta de interés por cocinar, conviene que lo retome. Prueba cocinar juntos, abordar nuevos retos culinarios, elaborar recetas que le apetezcan o recordar sabores de épocas pasadas.
  • Organizar comidas con familiares y amigos. Si es un adulto mayor que vive solo, es bueno invitarle a comer, ya sea a un restaurante o una casa. Retomar contacto con familiares es siempre una buena idea.
  • Buscar los mejores costos. En ocasiones puede bastar con revisar la lista de la compra, comparar ofertas, seleccionar unos productos frente a otros o elegir los de temporada.
  • Introducir aperitivos saludables. Piezas de fruta durante el desayuno y comida, pequeñas ensaladas fáciles de elaborar y conservar, algunos frutos secos no fritos. Hay multitud de maneras de mantener el estómago alegre durante el día.
  • Hacer ejercicio. Sabemos de la importancia del ejercicio para un adulto mayor, por tanto, es necesario establecer una rutina de actividad física adaptada. Le despertará las ganas de comer.
  • Revisar la medicación. Una cita con el médico es un buen momento para ver si hay algún medicamento que interfiera en su apetito. Hay que ver alternativas y buscar suplemento nutricional de ser necesario.

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