El miedo a perder el cabello acecha a muchas personas a medida que van cumpliendo años. Tener una buena cabellera es cuestión de varios factores, entre ellos el genético, pero unos cuidados siempre ayudan a mantener el pelo en buenas condiciones.
La alopecia no es una enfermedad en sí misma, ya que, aunque cusan síntomas visibles, perder el pelo no supone un inconveniente más allá del estético. Pero es cierto, a medida que se cumplen años este miedo se acentúa, porque es señal inequívoca de que estamos en una fase de cambios, a excepción de las alopecias precoces, donde la edad no es un factor a tener en cuenta. Se puede ser calvo y joven.
Pero, ¿qué hacer si con los años vemos que perdemos masa capilar? ¿Vemos mas pelo en la ducha y lavabo? ¿Las entradas se han acentuado? Los síntomas de la alopecia no dejan lugar a dudas, hay algo que no va bien y es necesario poner freno. Tener años no tiene por qué significar que el pelo sea de peor calidad y se caiga más, pero la estadística no corre normalmente a nuestro favor.
Consejos para prevenir la alopecia
La alopecia consiste en la pérdida progresiva de masa capilar y viene determinada por varios factores, siendo el genético el que más peso específico tiene. Igualmente, existen variables que pueden acelerar la caída del cabello, como un alto grado de estrés.
La alopecia puede ser temporal, muy típica de este tipo de casos o el de personas que están siendo sometidas a tratamientos contra el cáncer, o permanente, donde el pelo se pierde para siempre a no ser que se recurra a una técnica de implante.
Prevenir la alopecia es siempre adquirir unos hábitos para cuidad de nuestra salud capilar.
Para ellos podemos realizar las siguientes medidas y tener un cabello fortificado, sano y con menos tendencia a caerse.
- No se trata de algo menor. Cuidar del pelo no es solo cosa de estética, ya que tiene que ver con nuestra autoestima, por poner un ejemplo. Darle importancia al cuidado del cabello es dárnosla a nosotros mismos. Si antes nos tomamos en serio este tipo de cuidados, ante estaremos poniendo coto a la alopecia.
- Usar los productos adecuados. No vale ni cualquier champú ni lo primero que haya por el baño. Existe una serie de productos específicos que no solo limpian nuestro pelo, sino que ponen a tono el cuero cabelludo. Utilizar productos que no nos irriten, que no causen picores y que tengan un aroma que nos resulte agradable.
- Vitaminas para el cabello. Si pensamos que cada cabello es como una planta, hemos de abonarla adecuadamente para que crezca bien. Existe una buena variedad de complejos vitamínicos en forma de ampollas que son adecuados para fortalecer el folículo piloso.
- Realizarnos masajes. Los masajes capilares ayudan a a mantener la circulación sanguínea, estimulando el crecimiento del pelo. Dedicar unos minutos después de la ducha a masajearnos por el cuero cabelludo provoca una sensación agradable y que el pelo crezca bien.
- Usar productos específicos. Debemos dejarnos aconsejar por nuestro peluquero, que nos dará una buena información sobre nuestro tipo de cabello y piel. Las personas con pieles mixtas no han de usar el mismo tipo de champú que otras que tengan la piel seca. Evitar además el uso de productos en el cabello que no son beneficiosos, como colonias o tratamientos muy agresivos de peluquería.
- Escoger una buena temperatura de lavado. Los excesos nunca son positivos, por lo que, a la hora de lavarnos el cabello, elegir una temperatura que sea agradable. Si es posible, finalizar el aclarado con agua fría, que ayudará a cerrar el folículo piloso.
- Cuidar la alimentación. No es solo un consejo para tener un buen pelo, sino para la vida diaria. Una alimentación correcta influye en la calidad de nuestro pelo. El tabaco es el gran enemigo del cabello, además del de nuestra salud. Nuestra dieta ha de ser rica en minerales y vitaminas, haciendo especial incidencia en el selenio.
- Estrés fuera. Altos niveles de presión y tensión a edades medianas tienen como consecuencia que el cabello se debilite y caiga más de la cuenta. Por eso, alejarse de cualquier situación de estrés es un buen aliado para con nuestro cabello. Además de ser malo para el cabello, un estrés elevado tiene consecuencias mucho peores, como episodios cardiacos.
- Pedir ayuda. Si la alopecia ha hecho su aparición, no dejar la ayuda para más adelante. Será demasiado tarde y habremos perdido capacidad de reacción. Cuanto antes nos pongamos manos a la obra, mucho mejor. Si notamos que estamos perdiendo pelo, quizás ya vayamos tarde, pero puede ser posible volver a tomar el mando.
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Qué hacer cuando pierdes cabello
Para muchas personas, perder el cabello es algo más que perder pelo. Supone un inconveniente que puede provocar que su autoestima se vea mermada, sus ganas de socializarse sean menores y que se concentren en algo obsesivo: la pérdida de cabello.
Algunos casos pueden revertirse a tiempo, y los tratamientos farmacológicos suelen dar buen resultado.
En caso de alopecias genéticas, siempre se puede recurrir a la implantología capilar, técnica que consiste en aplicar pelo de otras zonas del cuerpo en aquellos lugares de la cabeza donde falta. Los precios se han ido reduciendo a medida que ha existido más demanda, y los resultados suelen ser muy buenos en casos graves.
Los precios de los tratamientos suelen ser elevados, pero existen países como Turquía que han hecho de este sistema un negocio a un precio mucho menor y con resultados óptimos.
Llegar a la tercera edad con buen pelo es cuestión de factores diversos, como la genética o los cuidados, pero todo lo que hagamos por él será siempre favorable.