Pasar de la edad madura a la adulta es notar cambios psicológicos y físicos que nos llevan a descubrir un mundo diferente del cual muchas veces no estamos preparados. Descubre qué es la vejez, sus características, cuáles son sus etapas principales, ¡y llévala de la mejor manera!
Definición de la Vejez
En términos generales, la vejez es la consecuencia inevitable de la vida. Es la fase final en la cual vemos cómo el paso del tiempo ha dejado su huella en forma de experiencias y vivencias, además del aspecto físico. Entender qué es la vejez es clave para experimentarla como se merece.
En algunos países como España, la esperanza de vida promedio alcanza los 83,6 años, lo que supone un gran incremento comparado a décadas anteriores. En este ámbito, son las mujeres quienes gozan de más longevidad respecto a los hombres. Por esto, saber afrontar la vejez es un paso importante para mudarse hacia esta última fase de la vida.
Etapas de la vejez
La vejez es la fase de la vida que sigue a la llamada edad madura y su término, tal cual suena, es válido y está vigente, aunque la forma más correcta para referirnos a quienes lo viven es “adultos mayores”.
Hay que saber que no existe una edad concreta del comienzo de la vejez. Los cambios físicos pueden no estar acompañados de los psicológicos y viceversa. Sin embargo, suele situarse en torno a los 65 años, momento en el que muchas personas se jubilan de sus trabajos.
Los cambios que se producen, generalmente son relacionados a la pérdida de aptitudes tanto físicas como cognitivas, pero a esto, cabe recordar que se trata de una etapa en la que la vida puede disfrutarse de otra manera.
En la vejez, los especialistas distinguen principalmente tres etapas principales:
1. Prevejez
Ocupa una brecha de 10 años, normalmente entre 55 y 65 años. Los principales cambios que se dan son los siguientes:
- Aparecen problemas a la hora de conciliar el sueño.
- La digestión suele ser más pesada.
- En la mujer, coincide con el final de la menopausia, donde se producen grandes cambios hormonales.
- Hay una tendencia a la melancolía, a recordar ciertas épocas pasadas debido a la llegada de la jubilación o a que los hijos ya no viven en casa.
Sin embargo, también es una fase muy positiva, ya que, al acabar la vida laboral hay tiempo para descubrir nuevos intereses. Es decir, hay tiempo para hacer nuevas actividades o realizar aquellas que fueron postergadas por falta de tiempo o dinero.
Por otro lado, la vejez es siempre una fase de cambios importantes. Las manías se acentúan y aparecen algunos sentimientos diferentes que muchas veces pueden desconcertar al resto, ya sea de forma negativa o positiva.
2. Vejez
La vejez corresponde a la etapa entre los 65 y los 79 años. En esta fase podemos apreciar los siguientes cambios:
- Físicamente, la visión y la audición se deterioran de manera gradual, así como el sistema inmunológico. Las personas se vuelven más propensas a enfermedades.
- Psicológicamente hay un sentimiento de soledad. Esto se debe a la merma de ciertas capacidades o a la pérdida de la pareja por fallecimiento.
- El riesgo de padecer algún tipo de cáncer aumenta.
- La pérdida de lucidez y de memoria incrementa. Algunas personas pueden derivar en el mal de Alzheimer.
- Hay una pérdida de autonomía que, en algunos casos, incita a las personas a pedir ayuda domiciliaria, a ingresar en una residencia de ancianos o en un centro de día.
3. Ancianidad
La ancianidad es la fase final de la vejez, y comprende desde los 80 años hasta el final de la existencia. Es el momento en el cual se producen los cambios más significativos:
- Los problemas en las articulaciones, huesos y músculos se vuelven notorios. Las personas pueden necesitar la ayuda de un andador para sus desplazamientos.
- Pueden existir problemas de memoria e incapacidad para hilvanar algunas ideas o recuerdos.
- Gustan de permanecer tiempo en el domicilio y realizar actividades pasivas, como ver la televisión o escuchar la radio.
- Al fallecer muchas de las amistades de la persona mayor, esta tienda a limitar la actividad social.
Para llegar a esta fase en buenas condiciones es necesario realizar una serie de actividades que hagan que nuestro cuerpo se conserve de la mejor manera. Con ello, conseguiremos reforzar el organismo y hacerlo más resistente de cara a los efectos de la ancianidad, así como evitar la vejez prematura.
Cómo evitar la vejez prematura
A continuación encontrarás algunos consejos útiles que han funcionado toda la vida para afrontar la vejez.
- Es muy importante seguir una serie de rutinas de ejercicio. Ayudarán a mantener el organismo en buenas condiciones y a las articulaciones en forma. Paseos, visitas al gimnasio, practicar yoga, ejercicios de mantenimiento o el uso de la bicicleta pueden ser algunas de ellas.
- La alimentación en la tercera edad debe tener un papel importante. Ha de ser equilibrada, sin abusar del exceso de sal, azúcar, grasas y productos precocinados. Optar por productos de temporada, además de ser más económicos, están en su mejor estado nutritivo.
- Mantener la mente ocupada es quizás una de las mejores formas de evitar un envejecimiento prematuro. Nunca han de abandonarse las reuniones periódicas con amigos, las visitas de familiares, la realización de excursiones, salidas al campo o actividades que conecten con la naturaleza.
- La realización de manualidades, que requieran el uso de la motricidad fina o gruesa, es una buena idea para hacer que las conexiones neuronales se mantengan activas. Los juegos de memoria también ayudan en este aspecto.
- La compañía de una mascota siempre es una buena opción. Un gato o un perro de tamaño menor, al demandar ambos menos esfuerzo físico en su cuidado, son una excelente alternativa.
- Actividades simples, como el corte de pelo en mujeres o salir a comprar ropa de temporada en compañía de un ser querido, suelen ser actividades que llenan de energía.
Por todo lo que engloba la vida misma, la vejez es una fase vital en la que existe un largo camino por recorrer. Los adultos mayores podrán disfrutar al máximo siempre y cuando la autolimitación no se imponga.
En definitiva, se trata de entender que el envejecimiento es una cuestión que corresponde a una etiqueta biológica y cuanto menos, mental.
También podría interesarte 8 Consejos para ser Feliz en la Tercera Edad