Cuidar el estado de salud de nuestra piel es muy importante, pues se trata del órgano que nos protege de todos los agentes externos que pueden hacernos daño. Además, mantener una piel limpia y sana es un indicador de salud, higiene y amor propio.
Durante el envejecimiento, la piel pierde su plasticidad, brillo y suavidad si no se cuida de manera adecuada. De igual forma, genera pigmentaciones que modifican nuestra estética. Por tal motivo, te presentaremos una serie de recomendaciones para conservar la belleza y salud de tu piel, a pesar de la edad.
Agua de arroz
El agua de arroz es considerada como un astringente natural, es decir, cuenta con propiedades de limpieza. Por tal motivo, se recomienda lavarse el rostro con agua de arroz, al menos una vez al día, mientras se realizan masajes circulares.
Para hacer el agua de arroz, lo único que debes hacer es verter una taza de arroz sobre un colador y dejar correr agua sobre él, no sin antes colocar bajo el colador un recipiente para recolectar el agua que cae. Se trata de un procedimiento muy sencillo y beneficioso tanto para tu piel como para tu apariencia.
Jabones de azufre
El azufre posee propiedades de limpieza, y por eso es usado para exfoliar la piel. Su función es la de eliminar todas las impurezas que puedan existir en la piel, dejándola suave, lisa y sana. Los jabones de azufre se consiguen en farmacias o en tiendas de productos naturales. Se recomienda lavar el rostro con jabón de azufre por las noches y enjuagar con abundante agua, ya que, al tener un olor muy concentrado, debe retirarse bien para no transmitir su olor.
Disminuir la exposición al sol
El sol es el principal causante de las afecciones de la piel, tales como manchas, pigmentaciones extrañas, resequedad e, inclusive, cáncer de piel. Por tal motivo, si deseas cuidar de tu piel para que se vea reluciente y brillante, lo primero que debes hacer es cuidarte del sol. Usa bloqueador solar todos los días al salir de casa y evita las exposiciones innecesarias al sol, de este modo, te cuidarás del daño ocasionado por los rayos ultravioleta y mantendrás tu piel sana.
Dormir mejor
Un buen sueño, además de garantizar el descanso del cuerpo y la recuperación de las energías gastadas durante el día, te ayuda a mostrar una piel reluciente y brillante. Esto se debe a que el organismo, mientras descansa, libera una serie de hormonas que lo limpian. Cuando no se descansa bien, las personas tienen la piel más opaca y ojeras en el rostro. Para mantener una piel reluciente, procura dormir ocho horas diarias.
Mascarilla de sábila
La sábila o aloe vera es un cicatrizante natural que le brinda a la piel la capacidad de recuperarse de los daños a los que ha sido expuesta. Para realizar mascarillas de sábila, lo primero que debes hacer es ubicar una penca y retirar la cubierta verde, pártela por la mitad y utiliza el líquido cristalino que se encuentra en su interior. Ese contenido deberá ser cortado en trozos del tamaño de un jabón de tocador y guardarlo en la nevera tras su uso.
Se recomienda utilizarlo en el rostro todas las noches. Se debe aplicar con movimientos circulares, dejar actuar durante 20 minutos y posteriormente, lavar con abundante agua. Al cabo de unas semanas, notarás que tu piel tomará una coloración homogénea y su brillo regresará.
Exfoliación con azúcar morena
La exfoliación es un proceso necesario para el cuidado de la piel, pues garantiza que todas las células muertas sean retiradas y da paso a que piel nueva, brillante y limpia surja en su lugar. Un exfoliante natural por excelencia es el azúcar morena; al ser un producto granulado y con sanas propiedades, es idóneo.
Su aplicación es muy sencilla, mientras te estés duchando toma un puñado de azúcar, y frota por todo tu cuerpo con movimientos circulares, luego lava con abundante agua y de este modo se retirarán todas las impurezas que pueda tener la piel. Debes tener en cuenta además, que lo ideal es realizar estas exfoliaciones máximo dos veces a la semana, para no crear irritación en la piel.
Uso de cosméticos
En la actualidad, existen en el mercado una cantidad casi infinita de productos para el cuidado de la piel, que van desde jabones, cremas y lociones hasta mascarillas. No escatimes en su uso, ubica los que más se adapten a tus necesidades y crea tu propia rutina de cuidado de la piel.
Puedes iniciar el día lavando tu rostro con un jabón antiséptico, aplicar una crema o protector solar, darte una ducha con un jabón de avena, azufre o sábila, aplicar una mascarilla por las noches o inclusive exfoliarte la piel dos veces por semana. De este modo, poco a poco lograrás ver los resultados del cuidado intensivo de la piel.
Acude al dermatólogo
Cuando del cuidado de la piel se trata, el especialista al que debes acudir es el dermatólogo. Si crees que necesitas ayuda profesional, no dudes en acudir a una consulta para determinar qué tipo de tratamiento deberás aplicar sobre tu piel y darle ese toque fresco y juvenil que se necesita.